Cuando contar todo lo que nos sucede a través de las redes sociales se ha convertido en un hábito más, la privacidad de los menores queda en manos de sus propios padres, que muchas veces tienen opiniones divergentes. Entonces, ¿qué ocurre en caso de separación? Si los progenitores no se ponen de acuerdo, ¿quién decide?