Ana María Martínez fue militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST, antecesor de Izquierda Socialista), que soportó los embates primero de la Triple A y luego de la dictadura militar. A la edad de 31 años fue secuestrada por un grupo de tareas en su domicilio de Villa de Mayo, el 4 de febrero de 1982, para luego aparecer una semana después acribillada a balazos en cercanías de Dique Luján. “Rosalía”, tal como la llamaban sus compañeros de militancia, era obrera fabril de la autopartista DEA de Vicente López y estaba embarazada. Treinta y seis años después, luego del movilizar de manera permanente junto con la Comisión de Amigos, Familiares y Compañeros de Ana María Martínez, dos ex militares serán juzgados por su secuestro y asesinato.