Introducir nuestro nombre, apellidos, cuenta de correo y contraseña cada vez que nos registramos en una aplicación de escritorio, web o móvil, está pasando a la historia. Son muchos ya los servicios que te permiten registrarte simplemente haciendo clic en el logotipo de tu cuenta de Gmail, Facebook o Twitter. Ése cómodo gesto tiene implicaciones positivas y negativas en tu privacidad y seguridad que tal vez desconoces.