El cambio generacional y la hiperconectividad a través de Internet generó que celebraciones como Halloween, asociadas por décadas solo a Estados Unidos, se convirtieran en un fenómeno global. Ya no sorprende que los niños y adolescentes esperen esa fecha para vestirse como algún personaje de ficción o histórico o por qué no incluso de objetos cotidianos. Durante estas semanas comienzan a aparecer disfraces o 'cosplays' de un nivel de elaboración asombroso, muchos divertidos y originales, mientras por otro lado están lo que prefieren el ingenio por sobre el presupuesto.