Marina Soria: Al escribir, el artista preserva el gesto antiguo, profundamente humano, y al mismo tiempo indaga y afirma su propio gesto, único y original. La ejecución de la obra es un viaje interior, una meditación, un reencuentro con su propia humanidad en el “tempo” del trazo de la mano. Trasmitir una idea, un pensamiento o una emoción a través de la sintaxisis, la forma, el color y el movimiento de las letras consituye el más completo de los mensajes, a ello me dedico.