No me quiero apropiar el tema, sino todo lo contrario. La idea no fue mía. Una lectora semanal de este espacio al leer la columna de la semana pasada en donde hablaba de que estaba muriendo la tradición de las felicitaciones navideñas en aras de las que se mandan colectivas y por internet, sacó el tema de las felicitaciones de cumpleaños, cibernéticas también, por las redes sociales.