Este tesoro brutalista escondido en Madrid, obra del arquitecto Sánchez-Robles Tarín a finales de los años 60, claramente influenciado por los grandes maestros de la arquitectura moderna, no deja indiferente a nadie y es capaz de provocar con su imponente presencia, austeridad y recogimiento componiendo un conjunto único. Fotografías de Carlos Copertone Entre 1967 y 1970, el arquitecto Cecilio Sánchez-Robles Tarín levantó un conjunto arquitectónico de iglesia, convento y oficinas, situado en la calle Conde de Peñalver en el barrio de Salamanca de Madrid.