Facebook (FB), la red social más grande del mundo, tiene problemas de nuevo. La compañía, que ya se enfrentaba a un escrutinio por venderle anuncios a grupos extranjeros que pretendían intervenir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y facilitar subrepticiamente la difusión de noticias falsas y teorías conspiratorias, está siendo criticada por permitir que se usen con fines políticos los datos del perfil de 50 millones de estadounidenses, sin el consentimiento de los usuarios.